Se puede definir como “maridaje” a la unión armoniosa de dos cosas entre sí. En este caso, hablamos de la unión entre vinos, embutidos, y quesos; en algunos casos puede cambiar el vino por cerveza según sea conveniente. Este tipo de tablas tienen un origen europeo, y es en España donde consigues los mejores embutidos del mundo, sin embargo en cuanto a los quesos mucha gente suele inclinarse por los franceses pues se dice que tiene un tipo de queso para cada día del año por poseer 365 tipos diferentes (o más).

Hoy, vas a aprender de forma sencilla cómo combinar los vinos con los diferentes tipos de embutidos y quesos para que sorprendas a tus invitados no solo con buena comida sino con algo inteligente que compartir conversando.

Maridajes para quesos

Junto con el vino, los quesos son uno de los productos gastronómicos más antiguos, creando combinaciones exquisitas desde hace siglos.

En primer lugar, hay que tener en cuenta la intensidad. Si un queso es de aroma y sabor sutil, para conseguir el mejor maridaje el vino debe ser de las mismas características. Es decir, un vino suave.

  • Para los quesos frescos se recomienda combinar con vinos blancos suaves o vinos tintos jóvenes. Ambos tienen un sabor suave.
  • Para los quesos semicurados puedes unirlo con un vino de crianza o seco, ideal para destacar el sabor del queso. Estos vinos tienen un sabor menos dulce, con sabores más acentuados.
  • Para los quesos curados es mejor combinar con un vino de crianza o vino blanco fermentado, ya que el queso tiene un fuerte sabor. Esto contrasta la acidez de estos vino con la tenue dulzura que deja después del sorbo.
  • Para el queso de cabra combinar con un vino blanco seco y afrutado. En caso de uno tinto, puede ser un vino joven, los rosé le dan un toque especial.
  • El queso azul con tintos robustos. Estos quesos madurados, a pesar de tener una textura suave, guardan un sabor profundo que hace juego con los sabores ácidos de estos vinos de largo añejamiento.

Maridajes para embutidos

Cuando se trata de carnes curadas, indistinto de la técnica usada para el añejamiento, el éxito tiene que ver con los opuestos. A diferencia del vino, la cerveza o los licores, la carne está llena de grasas, proteínas y sal (al igual que el queso). Debes proceder con precaución para que no te sientas abrumado.

  1. Carnes curadas en sal, ahumadas, o añejadas por deshidratación, o en conserva, son ideales para acompañar con un vino tinto joven, perfecto para “limpiar” la boca al cambiar de porción de embutido.
  • Las carnes de aves curadas y añejadas, incluso los fiambres, combinan a la perfección con un vino blanco o rosado.
  • Los productos como el chorizo, salchichón, salami, pepperoni, coppa, suelen estar aderezados, por lo que crea una sintonía de aromas ideal con vinos afrutados.

Ahora podrás ser el cerrajero de los sabores con estos datos sobre los maridajes más sencillos, es hora de escoger tu tabla de quesos y embutidos favoritos y conseguir un juego de sabores únicos, una delicia para cualquier paladar.

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